La primera reflexión que toda persona debería tener sobre la gestión del dinero es que no se trata solo de cuánto ganas, sino de cómo lo administras.
Muchas veces se cae en la creencia de que mayores ingresos garantizan estabilidad financiera, cuando en realidad, sin una buena planificación, incluso grandes sumas pueden diluirse rápidamente.
Aquí es donde entra en juego el concepto de mentoría financiera: contar con el acompañamiento de un experto que te enseñe a tomar decisiones conscientes, priorizar tus objetivos y crear hábitos saludables de ahorro e inversión.
Una mentoría te brinda claridad sobre tus finanzas personales, ayuda a identificar fugas de dinero y establece un plan de acción realista para construir un futuro sólido.
Gestionar tu dinero con intención es el primer paso hacia la libertad financiera, y no necesitas saberlo todo desde el principio: solo necesitas estar dispuesto a aprender y dejarte guiar con criterio.